Ramon Mendoza S
Reportero
Antes de proceder a la cancelación de licencias de conducir para los manejadores que son sancionados en más de dos ocasiones por estadio de ebriedad deberían ser sometidos a un programa de rehabilitación y trabajos comunitarios.
Para tal efecto habría que reformar el Reglamento de Tránsito y evitar con ello algún conflicto legal para el municipio, advirtió el regidor Miguel Agustín Rodríguez Bueno.
“Yo creo que antes de pensar en cancelar una licencia de conducir para este tipo de conductores, se pondría a consideración de la ciudadanía y posteriormente del cabildo la propuesta de que sean sometidos a un programa de rehabilitación y de trabajos comunitarios” opinó.
El presidente de la comisión de seguridad publica tránsito y protección civil en el cabildo local ante la propuesta hecha por el Director de Transito de comenzar a fichar a los reincidentes para posteriormente suspender y cancelar su licencia, sugirió que dichos infractores tienen derecho a ser sometidos a un juicio sumario para evitar echar abajo una sanción de esta naturaleza.
“Para cancelar la licencia yo creo que se requiere de un juicio sumario con antelación, ellos tienen derecho a defenderse y así evitar que el Tribunal Fiscal de Justicia Administrativa Municipal echa abajo una decisión de esta naturaleza” afirmó.
En todo caso y a propuesta de la ciudadanía la asamblea capitalina tendría que pedir a la consejería jurídica del municipio incluir en el reglamento una reforma de escarmiento.
“La sanción de trabajo comunitario a los conductores ebrios que sean detenidos en las volantas anti alcohol en más de dos ocasiones o tres, se valoría”.
El regidor considera que el alcohol y el volante es una mala combinación que no debe existir, sin embargo y lamentablemente existe; entonces, la idea es que los conductores ebrios brinden un servicio a la sociedad como pago por ponerla en peligro mientras estaba conduciendo en estado de ebriedad.
“Esto prácticamente es endurecer las sanciones para los conductores ebrios, no podemos acostumbrarnos a esta situación, a lidiar con ese peligro, y de lo que se trata es que se desanime a los ebrios a tomar el volante, pero bajo un proceso legal, legítimo que evite conflictos legales posteriores al municipio” sostuvo.