Por: Ap
La preocupación del director de la Agencia de Protección Ambiental por su seguridad le ha costado cara a los contribuyentes de Estados Unidos: su amplio equipo de seguridad superó el presupuesto para horas extra y en varias ocasiones apartó a agentes de investigaciones sobre delitos ambientales.
En total, la agencia dirigida por Scott Pruitt gastó millones de dólares para un equipo de 20 hombres a tiempo completo, que es tres veces mayor que el contingente de seguridad a tiempo parcial de su predecesor.
Los nuevos detalles sobre el enorme gasto en seguridad y viajes de Pruitt surgieron de fuentes de la agencia y documentos revisados por The Associated Press. Llegan en un momento en el que el asediado director de la agencia, EPA por sus siglas en inglés, se defiende de acusaciones de gasto excesivo y errores éticos que han puesto en peligro su puesto.
Poco después de llegar a Washington, Pruitt degradó al miembro del personal de carrera que encabezaba su equipo de seguridad y lo reemplazó con el agente especial sénior de la EPAPasquale «Nino» Perrotta, un exagente del Servicio Secreto _la agencia federal que entre otras funciones protege la integridad del presidente, el vicepresidente, los expresidentes y sus familiares cercanos_ y quien opera una compañía de seguridad privada.
Un funcionario de la EPA con conocimiento directo de los gastos de seguridad de Pruitt reveló que Perrotta supervisó una rápida expansión de la seguridad del director de la EPA para dar cabida a la vigilancia de él día y noche, incluso en vacaciones familiares y cuando Pruitt estaba en casa en Oklahoma. El funcionario de la EPA habló bajo la condición del anonimato por temor a represalias.
Perrotta también aprobó nuevos procedimientos que le permitieron a Pruitt volar en primera clase en aviones comerciales, a menudo con el jefe de seguridad sentado a su lado y con otros miembros del personal de seguridad más atrás en el avión. El estatus «premium» de Pruitt dio a él y a su jefe de seguridad acceso a las salas VIP de los aeropuertos.
