Por: UnoTv
La Organización Mundial de las Salud (OMS) aseguró que centrará sus trabajos para el 2019 en las principales amenazas que amenazarán al mundo, la cuales van desde brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación, como el sarampión y la difteria, el aumento de los casos de patógenos farmacorresistentes y las crecientes tasas de obesidad e inactividad física hasta los efectos en la salud de la contaminación ambiental y el cambio climático.
Es por eso que la OMS definió lo principales problemas de salud mundial para 2019 en 10 cuestiones:
Cambio climático y contaminación
Según la OMS, nueve de cada 10 personas respiran aire contaminado todos los días por lo que consideran que para 2019, la contaminación del aire es el mayor riesgo ambiental para la salud. Los contaminantes microscópicos presentes en el aire pueden penetrar en los aparatos respiratorio y circulatorio y dañar los pulmones, el corazón y el cerebro. La contaminación del aire mata a unos 7 millones de personas prematuramente cada año a causa de enfermedades como el cáncer, accidentes cerebrovasculares, cardiopatías y neumopatías.
Entre 2030 y 2050, se espera que el cambio climático cause 250 mil muertes adicionales al año debido a la malnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés calórico.
Enfermedades no transmisibles
Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, el cáncer y las cardiopatías, son colectivamente responsables de más del 70% de todas las muertes en el mundo, es decir, de la muerte de 41 millones de personas. Esto incluye a 15 millones de personas que mueren prematuramente entre los 30 y 69 años. Más del 85% de estas muertes prematuras se producen en países de ingresos bajos y medianos. El aumento de estas enfermedades se ha visto impulsado por cinco factores de riesgo principales: el consumo de tabaco, la inactividad física, el consumo nocivo de alcohol, las dietas poco saludables y la contaminación del aire.
Pandemia mundial de gripe
La OMS asegura que el mundo se enfrentará a otra pandemia de gripe, sin embargo no se puede saber cuándo se producirá y cuán grave será. Por lo que el organismo internacional vigila constantemente la circulación de los virus gripales para detectar posibles cepas pandémicas.
Entornos frágiles y vulnerables
Más de mil 600 millones de personas (el 22% de la población mundial) viven en lugares donde las crisis prolongadas (debido a una combinación de problemas como sequías, el hambre, los conflictos y el desplazamiento de población) y la debilidad de los servicios de salud las dejan sin acceso a la atención básica. En casi todas las regiones del mundo existen entornos frágiles, y es en ellas donde sigue sin cumplirse la mitad de las metas clave de los objetivos de desarrollo sostenible, incluidas las relativas a la salud maternoinfantil.
Resistencia a los medicamentos
El desarrollo de antibióticos, antivíricos y antipalúdicos son algunos de los mayores éxitos de la medicina moderna. No obstante, la eficacia de estos medicamentos está mermando. La resistencia a los antimicrobianos (la capacidad de las bacterias, parásitos, virus y hongos para resistir estos medicamentos), amenaza con regresar a la humanidad a la época en la que no se podía tratar fácilmente infecciones como la neumonía, la tuberculosis, la gonorrea y la salmonelosis.
La farmacorresistencia se debe al uso excesivo de antimicrobianos en las personas, pero también en los animales, especialmente en los utilizados para la producción de alimentos, así como en el medio ambiente.
El virus del Ébola
En 2018, en la República Democrática del Congo se produjeron dos brotes distintos de ébola que se extendieron a ciudades de más de un millón de habitantes. Una de las provincias afectadas se encuentra también en una zona de conflicto activo.
Esto demuestra la importancia crítica del contexto en el que se produce una epidemia de un patógeno que supone una amenaza elevada como el virus de Ébola: lo que ocurrió en el pasado con los brotes acaecidos en entornos rurales no siempre se aplica a áreas urbanas densamente pobladas o a áreas afectadas por conflictos.
Atención primaria de salud deficiente
La atención primaria de la salud suele ser el primer punto de contacto de las personas con su sistema sanitario, y lo ideal sería que fuese una atención integral, asequible y basada en la comunidad a lo largo de toda la vida.
La OMS urge a que se desarrollen sistemas sanitarios con una sólida atención primaria de la salud para lograr la cobertura sanitaria universal.
Sin embargo, muchos países no cuentan con establecimientos adecuados de atención primaria de la salud. Ello puede deberse a la falta de recursos en los países de ingresos bajos o medianos, pero posiblemente también a que en los últimos decenios los esfuerzos se han centrado en programas relativos a una sola enfermedad.
Renuencia a la vacunación
La nueva tendencia de personas a negarse a las vacunas, a pesar de la disponibilidad de ellas, amenaza con revertir los progresos realizados en la lucha contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación. La vacunación es una de las formas más eficaces de evitar enfermedades: actualmente previene de 2 a 3 millones de muertes al año, y otro millón y medio de muertes podrían evitarse si se mejorara la cobertura mundial de las vacunas.
Sin embargo, los casos de sarampión, han experimentado un aumento del 30% a nivel mundial. Las razones de este aumento son complejas, y no todos los casos se deben a la renuencia a vacunarse. Sin embargo, algunos países que estaban cerca de eliminar la enfermedad han experimentado un resurgimiento.
Dengue
El dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos que provoca síntomas similares a los de la gripe y que puede ser letal (mata a hasta el 20% de los casos graves) ha sido una amenaza creciente durante decenios.
Se calcula que el 40% del mundo corre el riesgo de contraer el dengue, y se producen alrededor de 390 millones de infecciones al año. La estrategia de la OMS para el control del dengue tiene como objetivo reducir las muertes en un 50% para el año 2020.
VIH
Los progresos realizados en la lucha contra el VIH han sido enormes en lo que se refiere al número de personas a las que se realizan pruebas, el suministro de antirretrovíricos (22 millones de personas están en tratamiento) y el acceso a medidas preventivas como la profilaxis previa a la exposición, que es cuando las personas en riesgo de infectarse por el VIH toman antirretrovíricos para prevenir la infección.
Sin embargo, la epidemia sigue propagándose: cada año casi un millón de personas mueren a causa del VIH/sida. Desde el comienzo de la epidemia, más de 70 millones de personas han contraído la infección y alrededor de 35 millones han muerto.
Actualmente, alrededor de 37 millones de personas en todo el mundo viven con el VIH.

