Por: Vanguardia
Hombres con armas largas llegaron al lugar a bordo de varios vehículos con armas cortas y largas, después de amagar a los vigilantes tomaron el control del acceso principal, este fue el inicio de la última masacre registrada en México, a las 10:00 de la mañana del miércoles, suman 26 muertos.
Entre las víctimas se cuentan nueve mujeres, en su mayoría eran bailarinas exóticas. Un cuerpo desnudo al costado de la pista con dos tubos es una de las representaciones de lo que ocurrió en el momento, así fue la historia de una de ellas.
Los responsables entraron disparando, mientras algunos amenazaban otro de los integrantes rociaba con una garrafa de gasolina el lugar, desde la barra, pista, muebles y todo lo que se pudiera incendiar.
«Del gozo al placer carnal, los presentes pasaron al horror y el idioma de las pistolas»así describe la escena el reconocido periodista veracruzano, Ignacio Carvajal, quien compartió una crónica de los hechos en su blog Expediente.
El relato fue posible gracias a la entrevista con un sobreviviente.
Fue necesaria la presencia de todas las ambulancias en la ciudad, lo mismo con las agencias funerarias que mandaron todas sus carrozas fúnebres para llenarlas de cadáveres. Una escena así, no se había visto desde abril del 2016, cuando estalló Clorados III con saldo de 23 personas fallecidas.
Escenas dantescas
La imagen se repite en todo el bar, abrazos que se entrelazan afuera del recinto, en un intento de curar la incertidumbre por un familiar que no aparece.
En el interior del inmueble, cuerpos tendidos sobre sillones, en el suelo, algunos murieron a causa de inhalar humo y otros incinerados. La base de policía Naval se encuentra a unos metros de donde se dio el atentado.
