ORBE
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
El problema del agua no es sólo las eternas fugas que en una urbe como Ciudad Victoria alcanzan hasta más del 50 por ciento de su producción, es también la pavorosa sequía que recorre el mundo.
Recordemos que a nivel planetario sólo el 1 por ciento del agua es potable y su extracción se destina al consumo doméstico, y en mayor proporción a la agricultura y la industria.
La amenaza radica en que los casi 8 mil millones de habitantes del planeta se han apropiado de poco más del 80 por ciento del agua dulce disponible en ríos, lagos y acuíferos subterráneos.
Y su consumo per cápita es alarmantemente desmedido e irracional, dejando apenas el 20 por ciento al resto de las especies que pueblan la Tierra.
Otro fenómeno que ha hecho de la capital de Tamaulipas un verdadero drama, evidente en diversas colonias sin abastecimiento del vital líquido, es la deteriorada infraestructura hidráulica que por muchas décadas a ningún ayuntamiento le importó y por ende no se le dio el mínimo mantenimiento, reparación y renovación a todos sus conductos.
De hecho, antes de la década de los 90 la ciudad ya padecía en no pocos sectores urbanos una marcada escasez de agua, al extremo de que las familias se bañaban a jicarazos.
Aparentemente el problema se resolvió, pero ahora en este trienio se produjo una crisis nunca antes vista por la sociedad.
En ese sentido, la salida más cómoda de algunos grupos políticos y de personas mal informadas fue culpar, directamente, de este problema al presidente municipal en turno, es decir, a Xicoténcatl González Uresti.
Pero la realidad es otra y el origen del mal fue el abandono extremo al que fue sometido al sistema hidráulico de Victoria.
POLÍTICOS CAUSANTES DE LA CRISIS DEL AGUA Y DE LOS QUE “EXTRAÑAMENTE” NADIE SE ACUERDA
Negándose a dar la cara, diversos personajes responsabilizan de esa desgracia urbana y del abandono de cerca de 30 años a la red de tuberías a los alcaldes Óscar Almaraz Smer, Alejandro Etienne Llano, Miguel González Salum y Álvaro Villanueva Perales.
Tampoco se salvan de ese juicio Arturo Diez Gutiérrez, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, Eugenio Hernández Flores y hasta Egidio Torre Cantú en el interinato que ocupó hace 20 años.
Si debemos culpar a alguien, esos son los ex alcaldes que se ocuparon más de obras de embellecimiento urbano, de relumbrón decía antes el pueblo, que por el serio problema del agua.
Aquí nadie defiende al Dr. Xico, sólo se señala a quienes nunca hicieron su tarea, provocando que hoy la ciudad haya caído en semejante crisis hídrica.
Por fortuna ahora se sabe que la obra y los trabajos para la sustitución de líneas de conducción y distribución, hará que esta ciudad presidida por Xicoténcatl González Uresti tenga en breve un abasto normal de agua, gracias a una nueva red de tuberías.
Esa es —-al margen de las críticas—- la forma en que se están remediando las cosas.
Lo que no se había hecho en décadas, de renovar toda esa infraestructura podrida que obviamente nadie veía porque está colocada en el subsuelo, se está haciendo en este período municipal, resultando que la sectorización de la red de agua tenga un mejor control en producción y operación, pero esencialmente en su distribución.
El suministro del vital líquido será más eficiente porque la mayoría de las fugas habrán sido reparadas y porque la inversión que harán en coordinación el Gobierno del Estado y el Gobierno de Victoria será de más de 240 millones de pesos.
Una inversión multimillonaria que bien pudo haberse empleado en “obras” oropelescas, pero que se decidió derramar en la renovación de muchos kilómetros de tuberías y válvulas, bajo el Programa “Para Que Tengamos Agua”.
En resumen, a los culpables de lo que ahora hizo crisis increíblemente nadie los culpa o es que nadie se acuerda, escenarios lamentables que describen a los mexicanos.
Asimismo llama poderosamente la atención que la gente empiece a reconocer poco a poco que las obras del Dr. Xico, en favor del agua, evitarán en las próximas décadas infinidad de problemas y conflictos graves, causados por la añosa y pésima conservación de la red hidráulica.
Cosa que también resultaría curiosa porque este médico endocrinólogo ha sido ferozmente criticado, siendo que él será quien herede a Victoria un sistema de distribución de agua más limpio, normalizado y moderno.
[email protected], @columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com