Por: Reforma
Malaga, España.- Guillermo del Toro recibió este sábado el Premio Málaga en la edición número 21 del Festival de Cine en Español de esta ciudad del sur de España.
El cineasta mexicano recordó en la ceremonia de reconocimiento el momento en el que triunfó este año en los Premios Óscar, gracias a la cinta La Forma del Agua, que le valió el premio a Mejor Director y Mejor Película en la Academia.
«A nivel personal, fue la primera vez que mi padre entendió mi oficio. El Óscar es muy bello, pero físicamente tiene un peso fuerte. Mi padre lo tomó y sonrió de una manera muy bella. Los hombres mexicanos somos de pocas palabras en familia», relató.
Del Toro, quien también ganó el Globo de Oro a Mejor Director y el León de Oro en la pasada temporada de premios, afirmó que no cree que el éxito cambie su forma de trabajar.
«Lo heterodoxo no se quita con nada, y la manera en que te relacionas con tu quehacer es la que dicta eso», apuntó.
El originario de Jalisco se dijo orgulloso de que en su carrera haya coherencia.
«La terquedad sostenida se convierte en estilo», sentenció.
Preguntado por la presencia de los monstruos en su filmografía, señaló que para él la concepción de lo monstruoso o lo diferente es la búsqueda de la comunalidad.
«Para mí, lo trágico es la ilusión de la diferencia, que viene armada por una estructura social, religiosa y política que nos impide vernos los unos a los otros», explicó.
Sobre el movimiento para reclamar la igualdad de la mujer en el cine, opinó que es un cambio que llegó para quedarse.
«No es algo pasajero, será permanente, pero es importante extenderlo a todos los campos», manifestó.
Del Toro se refirió también al director norteamericano de origen checo Milos Forman, quien falleció este sábado, a quien calificó como alguien admirable.
«Uno de los grandes, con una puesta en escena y una resolución formal siempre impecable, y con un oficio increíble», expresó.
