Por Édgar Ramírez
Diez años o más tendrían que pasar para que México, empiece a desarrollar tecnologías, equiparables por ejemplo a las de Japón y China, y es entonces cuando se podría hablar de algún despunte en este campo, porque es algo que lleva tiempo.
Egresado del Instituto Politécnico Nacional como Ingeniero en Mecatrónica hace unos tres años, Jair Cuervo Ramírez, destaca que a partir del mundo global en que vivimos actualmente, es una carrera que está en constante crecimiento y cada vez empieza a tener más demanda y por lo tanto las ofertas de empleo y desarrollo van en aumento.
Frente a ello, asegura, que México tiene potencial de generar recurso humano para el desarrollo tecnológico y es algo que debe animarnos y motivarnos porque es algo nuevo pues «hasta ahora dependemos mucho aún de la tecnología que viene de Estados Unidos de Europa, de Japón o China».
Sin embargo, aclara, que para alcanzar los niveles tecnológicos de los países sub desarrollados, habría que dar seguimiento a todos los egresados de esta ingeniería durante y después de terminar sus carreras.
«Porque depende de muchos factores culturales, políticos, económicos y bueno, son muchas cuestiones que se tienen que atenderse antes de eso.
Quizás en unos 10 o 15 años, podría verse algo comparado a otros países donde se avanza a ritmo distinto», sostiene al tiempo de reconocer el apoyo del gobierno hacia las universidades y hacia los estudiantes interesados en la materia.
«Hay oportunidades y programas de becas para investigación, pero realmente no se le da seguimiento de los resultados, o sea solamente apoyan a uno y haz lo que puedas con los recursos que te doy, pero no exigen como tal que entreguen resultados vaya, que se sigan desarrollando, a veces se generan muy buena ideas, pero no van más allá de hacerlas prototipos, de hacer alguna prueba y todo se queda en el intento, o sea en una etapa inicial», apunta.
¿Pero quién es Jair?
Jair Cuervo, fue uno de los alumnos favorecidos por el programa de Movilidad Académica del IPN en los años 2012 y 2013, cuando cursaba ya los últimos semestres de la carrera. Fue así como tuvieron él y otros compañeros, la oportunidad de viajar al extranjero dentro del programa de intercambio.
Por fortuna, indica, le asignaron Beillying, China, país del que aún conserva impresionantes recuerdos sobre el Templo del Cielo, la Gran Muralla China, la Ciudad Prohibida y el río Amarillo o Huán Hé.
Para él, admite, el viaje fue una gran oportunidad que le dio el Instituto y que le permitió ampliar sus expectativas sobre el campo de la mecatrónica en un país considerado potencia en desarrollo de tecnologías.
Explica, que el hecho de haberse sumergido en los laberintos tecnológicos de China, le da la certeza y seguridad para afirmar que en México, 7 de cada 10 egresados de Ingeniería en Mecatrónica, encuentran trabajo sin batallar.
«A como yo veo, sí es relativamente fácil de encontrar empleo para la carrera, dado que es una carrera multidisciplinaria, pues uno puede desarrollarse en diversas áreas. Por ejemplo en manufactura, electrónica, programación, automatización», indica.
Cuervo Ramírez, estuvo de visita en esta Ciudad Victoria, en su intento por empaparse más del campo de la mecatrónica y accedió a una entrevista no concertada.
Entrado en el tema, explica que eligió estudiar esta carrera más que nada por curiosidad y el gusto por la electrónica, de hacer circuitos, prototipos, pero quiso ir un poquito más allá que quedarse solamente con la electrónica.
«Entonces encontré en la mecatrónica una buena forma de ampliar ese horizonte y no quedarme en una sola cosa. La electrónica por ejemplo puede considerarse como parte de la mecatrónica o sea la electrónica esta englobada en la mecatrónica. La electrónica en sí es la aplicación de componentes de baja potencia que no utilizan la energía eléctrica para aplicaciones de fuerza de control, sino más bien para hacer control etc. Intercambios de información y cosas así», explica.
Pero su curiosidad no se limita al campo de la mecatrónica. Además de su curiosidad por hacer prototipos tecnológicos, en sus ratos libres es empapa de música.
Toca el violín que es lo que más me gusta y la guitarra es a lo que dedica también parte de su tiempo y acude a la plaza Garibaldi en la Ciudad de México su lugar de residencia desde que nació.
-¿Cuál es la mayor experiencia que te dejó viajar a China, alguna vez imaginaste pisar la tierra que conquistó el nieto de Gengis Kan, Kublai Kan, quien estableció la dinastía Yuan (1279-1368), y que ganó fama en Europa gracias a los escritos de Marco Polo?
-No la verdad, es que digamos que hasta que tenía 19 o 20 años, fue cuando pude ver esto más seriamente, hasta ese momento yo no había tenido ni idea ni la aspiración de llegar más lejos. Pues vengo de una familia de recursos limitados, entonces ni pensar en un viaje de ese tipo a otro país, vaya ni incluso aquí dentro de México podemos estar pensando en viajar a cada rato a Acapulco u otros sitios y bueno, haber tenido la oportunidad pues si cambio mi vida, mi perspectiva del mundo.
Lo que me dejo, pues apreciar nuestro país, cuando tienes lejos todo lo que es México, es cuando uno empieza a valorar todo lo que tenemos aquí.
-¿Qué enseñanza dejas a los jóvenes no solamente a los de Tamaulipas sino de todo México que por alguna u otra razón no pueden concluir sus estudios?
-Yo diría, que si es parte de lo que quieren, si es su objetivo o meta terminar una carrera, yo les diría que no se desesperen, que siempre hay oportunidad para sobresalir. Lo importante es seguirse preparando, no es necesario siempre estar en una escuela, tener un papel o título que eres licenciado, ingeniero o arquitecto. Sino lo que verdaderamente importa es seguirse cultivando uno mismo, seguir leyendo, estudiando, con muchas ganas de aprender. Durante y después de cursar una carrera. Y pues sí, hay oportunidades para todo, para sobresalir.
-Descríbeme China, desde tu percepción y lo que más impactante que recuerdes….
-Pues mira, China tiene una geografía vasta. Es un país inmenso deben tener unas 10 veces más de lo que es el territorio de México, si no es que más. Y bueno el norte y lo que es la parte central son zonas muy montañosas, en el sur ya son zonas con climas más tropicales, más selváticas.
A mí me tocó estar en la parte norte, en Beijing es una ciudad con muchas montañas, es algo así como un valle y todo lo que rodea son montañas.
Prácticamente son rocosas. Hay ríos, de hecho cerca de Beijing está el río Amarillo, que es parte de la historia de la fundación de la cultura China.
-¿Y qué es lo que más te gustó de allá?.
-¡Pues las chinas! (ríe)….Yo creo que los lugares históricos, impactantes, bueno si fue impresionante para mi poder ver eso en persona, así lugares como el Templo del Cielo y la Muralla China, la Ciudad Prohibida. A veces solamente ve uno en libros, en fotografías, internet y tener la oportunidad de verlas, apreciarlas de frente, si que es bastante impactante.
Pero sobre todo, algo impactante, es la muralla China, es increíble cómo pudieron haber levantado toda esa estructura.
Sobre todo porque la muralla está levantada en terrenos de difícil acceso, sobre la parte alta de las montañas y pues trabajar ahí, subir piedras y subir todo lo que se haya tenido que subir pues si debe haber sido algo tremendo.